Ambiguo ventanal de Héctor Rodríguez Reverol

18.12.2017

Presentamos el poema "Ambiguo ventanal" del poeta español Héctor Rodríguez Reverol


Emerges rauda, te acoplas durante tormentas malditas,

germinas, prosperas tan pronto como mi aliento te consiente.

¿Es éste retiro un impacto de ariete

que estigmatiza al exánime ego?

El escaso goteo del recelo que nos profesamos,

diezma hoy; mañana estará extinto.

Tú, acreditado aislamiento

que en mi ventanal de bullente carne viva

expones la herida, por donde a sus anchas

fluyes como río de áspero, incorpóreo y penetrante frío,

goteas arrugas que atrofian la calma,

lagrimeas espasmos que en el alma hacen mella,

segregas dureza, inclemencias, exhaustiva dificultad,

excretas cruda realidad abofeteadora;

privada tersura y sutileza, delirante deficiencia,

caricias usurpadas, pasionales querencias amputadas

que resultan nocivas para mis sentidos,

que exigen vital esfuerzo, cometido y afán,

lucha inflexible contra el padecimiento,

contra el miedo, el pudor y su acaecimiento estremecedor e inevitable.

Soy tránsfuga de imprecadas noches vestidas de eufemismo,

del falaz jazmín teatral, de nebulosa cáustica,

soy sedicioso, insurgente;

quiero, debo serlo ante la morgue de ausencias,

nácar que sin luz brilla porque la produce,

óbice que esquilma lo obscuro,

soy cada piedra cóncava que deshonra lo erecto, lo corpóreo,

e inhibe a la Lamprea que en mi estómago desova;

al látigo que devora a su antojo los segundos.

Me induces éste retraimiento a memorarte,

desciendo trémulo al inframundo y ocupo hogueras deshabitadas

en tu incesante búsqueda o... ¡serendipia! quizá la mía,

en aludes que influyen en mi desgaste

en imprevisibles embates, en colapsos impelidos

donde cada uno de mis pasos convulsos

han sido esculpidos por la melancolía.

Suelo dejarme fluir...

a la sombra yerma y burlesca de mi propia negrura,

de mi propio laberinto, de mi propio bufón,

cuando no se esconde y huye de mí bajo el cielo gris

sin adopción, techo firme ni adornado dosel

con el único abrigo en apegada forma

de mi voluntad errante y el paupérrimo calor de mi pecho.

Ya no alcanzo a abrazar las estrellas,

el afecto es esa raíz camuflada bajo légamos y áridos,

ironías y monsergas que, tal vez, hagan brotar hermosas flores

en cuerpos y almas tullidas por la calamidad.

¿Dónde estás,

que no consigo encontrarte entre la espesura del silencio?

donde moraban gigantes, pacen microgramos de amor,

menos que eso es cuanto queda,

prematura senectud de los sueños,

poemas de menguante luna

¿hibernó sempiterna la llama?

Parece apocalipsis, se hace un mundo,

círculo mefítico,

respirarte duele, erosiona los pulmones,

se anuda la vida en connivencia

y solo dormir me calma.

Depauperado, no abro los ojos hinchados y resecos de llorar.

Nunca he abandonado a la trágica nube encinta

de sentirme lacerado y solo en éste azote autoinducido.

Mis serafines me han asegurado que no será la última tropelía,

que no soy una excepción y que, como toda miasma, pasará...

En tus reflejos se arrojan a ciegas mis palabras

sin reparar en las consecuencias de su atrevimiento y descaro.

Contradictoria soledad, tan desoladora, tan sórdida,

a veces me liberas y otras tantas me ahogas.

Como hambriento Narval me adentro

en el inquietante abisal de tu reserva,

y allí confinado, desabrigado,

se vislumbran adventicios mis versos.

No fue malicioso que a mi vida llegaras

como barco que arriba a cualquier puerto,

lo pernicioso radicó

en que la hicieras tu predilecto hogar,

que nunca más me abandonaras

y en detrimento, que a tu compañía me acostumbrara.

Soledad necesaria. Soledad enraizada

Soledad que, cuando impera, draga lo peor y lo mejor de mí;

Soledad, talento o demencia,

cáliz o espada,

almíbar o herrumbre.

Con frecuencia

busco silencio y soledad

para estar conmigo.


SOBRE EL AUTOR

Héctor Rodríguez Riverol (Islas Canarias, España. 1974) Músico-compositor en distintas formaciones desde el año 1991, publicando varias Demo-CDs musicales en solitario como "HCT", pseudónimo que posteriormente transformaría en "Acheseté" para adaptarlo a su jerga canaria.

Trabajos discográficos publicados: "Tajadas al aire" (2007) "Acheseté" (2015) "Arráyese un millo" (2016) "Acheseté and The Serpiélago Band" (2016) y "Manicomio sin techo" (2017)

En diciembre de 2016 publicó su Ópera Prima Literaria "Amor, subjetivos teoremas". Ha aparecido en diversas Antologías poéticas, ha participado en varios recitales y Encuentros de Escritores Canarios.

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